lunes, 13 de julio de 2009

No puedo contentarte con una risa, ni con una caricia

Andan el pesar y el placer tan apareados que es simple el triste que se desespera y el alegre que se confía.
- Miguel de Cervantes Saavedra

Estuviste eternamente agradecido de que te dejara dormir en el suelo, rodeado de cucarachas y bichos, más aún cuando decidí meterte en un cajón astillado y romper flores sobre tu pecho. Yo me sentí muy bien, ya que había hecho una gran obra, pero luego comenzaste a cerrar los ojos, a hablar y pedirme otras cosas, cosas que tal vez yo no tenía ganas de hacer.

Me suplicaste casi clamando, que te desnudara y te golpeara. Comenzaste a llorar. Intenté detenerme; pero no pude, tu no me dejaste. Busqué miel áspera y la derramé sobre tu espalda, atrapé osos enfermos para que te mordieran y desarmaran, tampoco te sació. Traje tierra fresca, que aún tenía restos de cáscaras de mandarinas dulces siendo penetradas por gordos gusanos, con algunos pétalos húmedos y semillas destrozadas caídas de los árboles que estaban plantados sobre ella, entré a la casa y esparcí el humus por entre tus heridas abiertas, y con una cuchara añeja y oxidada metí la tierra entre los estigmas, procurando evitar que saliera sangre. Vendé con amor cada parte de tu piel rajada y tortuosamente pasé mi lengua sobre ellas, perfeccionando la sicatrización.

La última mañana que te ví, estabas sucio. Intenté bañarte, pero me lo impediste rotundamente. Me tomaste fuerte con tus manos grandes y jalaste mi cabello enrulado y vizcoso, haciendo que me humillara frente a tí. Reaccioné con ira, pensando que tal vez sería la mejor respuesta. Busqué un arma y me la puse en la boca, jugué con ella, la bese y la mojé con mi saliva, tu me ayudaste; disparando el gatillo.
FIN

jueves, 2 de julio de 2009

Culturas (parte de "Globalización")

El indio de piel áspera infunde presión con su lanza a un pez que aún está en el agua. Ese pez, que alguna vez fue vida en movimiento, será en instantes el alimento para prolongar la vida a otros seres que han de sobrevivir. Es la lucha contra el mas fuerte, contra el mas débil, pero aguerrido. La libidinosa acción de la reproducción animal no cruza las fronteras del amor, es una necesidad natural de hacerlo; caso similar al hombre (animal costumbrista), que en ocasiones lo hace por amor y en otras solo para perpetuar su especie.

En otra parte del mundo, mas precisamente en los Estados árabes del Golfo Pérsico; Esteban y Khael compran pescado para probar una versión distinta del Börek, suplantando la carne roja y conservando el hojaldre con huevos fritos y cebolla picada, siempre acompañado de té de Ceilán con canela. A su vez, disfrutan de un McDolnald's, de varios Burguer King de la zona, y de todo tipo de productos Norteamericanos: desde Froots Loops, pasando por DVD's de Almodóvar, hasta remeras de Madonna. La unión aduanera está formada por la CCEAG* y algunos miembros de la Organización Mundial del Comercio, quienes se ocupan de lograr la interconexión e intercomunicación entre los distintos miembos de todos los campos y países existentes.

En Argentina el MERCOSUR, es el artífice y el encargado de disfrazar una realidad económica dispuesta por el INDEC. Juguetes, ropa, hi-tech; Argentina patea pelotas de trapo deshechas y viste gorros D&G, esconde laburantes Bolivianos en talleres clandestinos y escucha música en un I-pod.

La globalización ya no es una seca pendiente.

* Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo Pérsico