lunes, 1 de junio de 2009

Fruta

He aquí uno de los textos que integran "Melina es tres". Tres relatos mínimos que describen las etapas de la vida a través de la metáfora hiperbolizada y el uso del tiempo verbal en correlación a las edades del personaje. Nada común... Espero sea de su agrado.

FRUTA

Melina ha recogido un durazno del árbol. Lo ha limpiado con su sobretodo negro y se lo ha llevado a la boca lentamente, ha incado sus dientes en el híbrido y sabroso fruto, desgarrándolo con delicadeza. El jugo ha corrido por entre sus dedos, donde posteriormente, una abeja se ha detenido, Melina no parece alterada por esta situación, por el contrario; toma la abeja con sus dedos y la deposita en una hoja cercana. Sin apuro alguno, Melina termina de comer el durazno llegando al áspero carozo. Ese carozo, tal como lo fué el durazno alguna vez, esperará ser el resultado de un algoritmo natural; estará hacia la guarda del sol, para que sus pepitas se sequen y se conviertan en semillas áridas y amargas de modo que un humano suave y tierno como Melina, lo tome con dulzura y aprenda a comerlo, ya que no será fácil soportar su sabor, pero si será enorme, la recompenza que este le dará, una cata distinta y única, que no cualquiera sabrá degustar.