Incesto
Relata el mito del porqué del amor entre hermanos, basándose en la fantasía para explicar el fenómeno.
A las orillas del río “Katmandú” los hermanos, Escabilo y Prosperina juntaban agua para su morada, el sol estaba casi poniente; mientras que la noche la esperaba atenta.
Desde el ocaso los miraba con envidia Eurídice, la gran Diosa, la suprema, la soberana.
¿Por qué los miraba con envidia?, porque nunca había sentido el amor de un hermano; ya que su padre, el gran Dios Filemón, había matado a todos los hijos varones que habían nacido, para no tener descendencia y para así conservar el trono por toda la eternidad.
Pero de lo que Eurídice no se había percatado, era de que sus pensamientos estaban un tanto morbosos últimamente… y a falta de un hermano varón pensó en el incesto; el cual por precaves razones estaba prohibido.
Al ver a estos hermanos decidió unirlos en lo más íntimo de sus voluntades, la expresión mas grande de amor que se podía tener entre dos semidioses, y así sentir la satisfacción del sentimiento, de respaldo y seguridad que le podría brindar ese tan codiciado hermano.
Cegada de envidia, necesitaba formular un plan para poder desarrollarse con eficacia y vigor. Eurídice era una diosa, muy inteligente y al instante logró certificar su propósito; se encarnaría en el cuerpo de Prosperina, para así tener la complacencia de tener un fraterno.
No todo se desarrollaría con tanta calidad como la brillante Eurídice había planeado, al no ser su hermano verdadero, ella se enamoró, y cayó inexorablemente rendida a sus pies ya que lo había mirado con los ojos de mujer.
Y así; cada vez que un amor semejante surgía, era porque Eurídice encontraba a un nuevo protagonista a quien engañar con su astucia.
Otra boludez para el cole jajaja, después comenzaré a publicar cosas más "interesantes", a este lo escribí "con maca"... (maca se rascaba las pelotas mientras yo lo escribía jaja)